DE RUTA POR EL PUERTO DE LAS PALOMAS

Pues hacía tiempo que no me dejaba caer por aquí y creo ya iba siendo hora. Entre las restricciones, las averías de las bicis y la falta de motivación en algunos momentos, me ha ido costando encontrar ritmo de entrenamiento; pero como comentaba en publicaciones anteriores, el hecho de tener un dorsal puede ser una de las mejores motivaciones para salir a la calle a hacer deporte.

Y es que a finales de septiembre, más concretamente el día 26, se celebra en Bilbao una marcha cicloturista que cuenta con tres recorridos, uno de 85kms, otro de 115kms y el último de 125kms. Nuestro objetivo, sí, «nuestro», ya que no voy a ir solo, es hacer el de 125 y para ello hay que entrenar, y mucho.

Así que, no hay mejor sitio para entrenar en bici que irse a subir un puerto, y el más cercano es el de Las Palomas, situado en Grazalema. Y eso fue lo que hicimos.

Con estas calores que tenemos encima, la cosa estaba en madrugar mucho para poder estando sobre las 8:30 dando pedales. Incluso con algún que otro inconveniente, más o menos sobre esa hora ya estábamos montados en la bici listos para lo que se nos venía encima.

Primero unos 9kms de «calentamiento», para ir preparando a las piernas, yendo desde Algodonales hasta Zahara, y desde ya, hasta arriba…

Unos 12kms con una pendiente del 6,5% de media. Vamos, las piernas calentitas. Tardamos una hora apróximandamente en completarlo. Arriba, unos fotos, comer un poco y hacia abajo. La bajada es un espectáculo, puedes alcanzar gran velocidad si eres un ciclista técnico con la bici; como yo no lo soy, tardé algo más que mis compañeros.

Después de ahí, subimos lo que se conoce como el «Boyarín», la parte pequeña del puerto del Boyar y ya desde ahí hasta Grazalema, donde sí nos sentamos en un bar a hidratarnos bien.

Después de aquí nos planteábamos si seguir con algunas subidas más o ir tirando para el coche. Vista las calores que empezaban a hacer, decidimos que lo mejor era ir volviendo, sin prisa pero sin pausa.

Al final salieron unos 60kms con un desnivel acumulado de 1300 metros. Nada mal.

Fue uno de esos días de bici que disfrutas desde el minuto uno, y a pesar del disgusto del almuerzo, (eso da para otro post), fue una ruta que habría que ir pensando en repetir otro día, con menos calor y con otro bar.

A ver si nos da para llegar bien para Bilbao.

DE DORSALES Y MOTIVACIONES

Las redes sociales dominan el mundo deportivo actual. Especialmente en el deporte amateur, donde a todos los que practicamos algún tipo de actividad deportiva, nos gusta «posturear» con nuestras actividades, aunque el kilómetro haya salido a 8:30 y digamos que «es que había mucho desnivel».

Y no sólo con entrenamientos se posturea(mos); la parte importante de todo esto está en la competición, y es que nos encanta subir una foto de nuestro dorsal para que todos puedan ver que somos unos deportistas pro, a pesar de que sea para una carrera de cinco kilómetros a la que vas porque dan de comer y de beber gratis.

El dorsal es la clave. Ya puedas hacer el mismo recorrido cientos de veces durante los entrenamientos del año que lo que realmente importa es hacerlo con dorsal, con un número asignado a tu nombre y con listado oficial donde se recoge tu tiempo.

Y es que vivimos unos tiempos en los que se nos va la vida por un dorsal. Y eso, los organizadores lo saben y se aprovechan, bastante.

Supongo que sabréis que estamos en mitad de una pandemia mundial, y como tal, cualquier evento de cualquier índole no se puede celebrar.

Pero ello no quita que (o al menos, eso es lo que nos dicen), se está empezando a vacunar a la población; por lo que parece que poco a poco estamos intentando volver a una «cierta» normalidad.

Como tal, la mayoría de los eventos deportivos se están aplazando a fechas en las que se espera que la cosa esté mejor y puedan organizarse con un número considerable de inscritos.

Y volviendo al tema de los dorsales y sin entrar en el debate de si los precios son abusivos o no, hay que reconocer que no tiene nada que ver, entrenar para mantener la forma, que entrenar para una carrera o una competición en concreto. Esa manera de organizar los entrenamientos, de privarse de algún que otra donut y alguna que otra cerveza, de tener un objetivo

Y es que aunque pueda costarnos reconocerlo, querido amigo, no hay mayor motivación para salir a entrenar que el propio dorsal.

#YOENTRENOENCASA

Tiempos extraños los que estamos viviendo estos días. Situación totalmente desconocida para la gran mayoría del planeta y que nos obliga hasta vayamos a saber cuándo, a estar metidos en casa.

Deportivamente hablando, se hace difícil estar acostumbrado a llevar a tu a cuerpo a un ritmo de entrenamiento y una rutina física y no poder hacerlo; al menos, en el exterior. Porque aunque sea cierto que dentro de casa tenemos muchas propuestas de entrenamiento funcional, no es lo mismo. Eso sin contar con los que tengan bicis estáticas, cintas para correr, o elípticas; que incluso teniéndolas, sigue sin ser lo mismo.

No se puede negar, se hace duro no poder entrenar en la calle, pero ahora mismo es lo que toca y tenemos que seguir haciendo un esfuerzo entre todos, porque cuanto más empeño le pongamos a quedarnos en casa, más rápido pasará la pandemia y podremos disfrutar de lo que más nos gusta, que es hacer deporte.

Espero que lo próximo en aparecer en este blog sea algo relacionado con alguna prueba deportiva porque significará que las cosas vuelven a estar como deben.